Raquel Monge Castiñeiras (Departamento de Francés)


El alumnado de francés de 1º de Bachillerato del centro Reyes Católicos ha entrevistado al dibujante de cómic belga Mathieu Burniat. Graduado en diseño industrial, pronto se inclinó hacia las artes gráficas, en las que ha adquirido un gran prestigio. Ha sido galardonado con el Premio del Cómic Fnac y el Premio del Libro de Economía. Este joven creador es heredero de la riquísima tradición del género en Bélgica, con series tan míticas como Tintín, Lucky Luke o los mismísimos Pitufos (Schtroumpfs).
Esta actividad académica se enmarca en un proyecto periodístico multidisciplinar. El alumnado investigó sobre reconocidos francófonos de los más diversos ámbitos, para posteriormente entrevistarlos vía email. Han participado entre otros la arquitecta francesa Corinne Vezzoni y el bailarín y coreógrafo marfileño Georges Momboye.
ESPAÑOL
-¿Tiene una fuente de inspiración para la realización de los cómics?
Depende de cada uno de mis cómics. Para las obras didácticas (internet, El misterio del mundo cuántico, Una memoria de rey) intento ver en la información que trato una historia humana que pueda sacar (por ejemplo, para El misterio del mundo cuántico, me inspiré de la experiencia del gato de Shroedinger para contar la historia de un perro que estará a la vez muerto y vivo). Para mis ficciones me inspiro en mis lecturas e ilustraciones del siglo XIX, como Gus Bofa o Honoré Daumier. También veo muchas películas de animación.
-¿Podría describir un aspecto o temática que una sus cómics?
Imposible. Intento simpre ser radicalmente diferente en cada cómic. Tengo demasiado miedo de aburrirme. Pero quizás desprenda un cierto humor que me es inherente, que me costaría definir.
-¿Ha pensado en mostrar sus dibujos en la televisión?
No, salvo que debiera cambiar de medio para hacer dibujos animados. Pero en realidad no es mi profesión.
¿Cree que con la proliferación de todo lo digital los libros tradicionales de cómics van a desaparecer?
No lo creo y eso se verifica en las ventas de libros actuales. Además, creo que lo ditigal (incluido internet) llegará a su fin antes que los libros. Internet es demasiado energívoro y contaminante. No tengo fe en la tecnología digital.
-¿Tiene otras pasiones además del cómic?
Claro. El cómic no es en realidad una pasión, sino más bien un medio de comunicar. Me gusta comer, viajar, la ciencia… Además todo eso se encuentra en mis cómics.
-Por qué El misterio del mundo cuántico casi no tiene colores?
Por razones narrativas. Introduje poco a poco el color en el relato para evocar la sobreimpresión de realidades diferentes, como las capas de colores de un libro. Es una especia de caída en el abismo.
Pourquoi est-ce que “Le mystère du monde quantique” n´a presque pas de couleurs?
-¿Cómo aprendió a dibujar?
Dibujo desde que era muy pequeño. En esa época no hablaba mucho. El dibujo era para mí una forma de comunicarme. Pero después para aprender, nada como los modelos vivos. Hay que dibujar a partir de la realidad.
-¿Qué consejos daría a los jóvenes que quieren dedicarse a hacer cómics?
Para mí, no hay que centrarse sólo en el cómic. Hay que interesarse por otros medios artísticos, pero también por la cultura en un sentido más amplio. Hay que ampliar horizontes para enriquecer sus propias historias de cómic. Hoy en día ya no hay que tener una técnica perfecta en dibujo para hacer cómics. Hay que saber ante todo contar historias, escenificarlas y saber transmitir emociones.
-¿Qué le gusta más del cómic?
Me gusta muchísimo el trabajo de manga de Shigeru Mizuki. Sobre todo su autobiografía en tres tomos: Vida de Mizuki. Es una obra maestra que nos permite comprender un poco más la historia de la cultura japonesa. También me encanta el trabajo de Guillaume Bouzard (hay que leer Story of me too, Story of me too two y Story of me too three).
-¿Ha heredado de alguien la pasión por el arte?
Tengo la suerte de tener unos padres que se interesan por el arte, lo cual me ha ayudado mucho. Mi padre era profesor de arquitectura y mi madre hace escultura como hobby. Íbamos a menudo a ver museos y viajamos mucho.
-¿Qué significa para usted hacer cómics? ¿Le hace salir de situaciones negativas? ¿Es una evasión de la realidad o sólo un oficio?
Contar historias es un placer y dibujarlas, pero ante todo es un oficio que está lejos de ser fácil. Hace falta autodisciplina, hay que tener siempre ideas, a veces dudamos, nos angustiamos… Y hay que trabajar mucho, porque con frecuencia no nos pagan bien. Los éxitos de los cómics son cada vez más escasos, porque cada vez somos más autores en el mercado.
-Sabemos que viajó a China varias veces. ¿Hasta qué punto cree que esos viajes tuvieron una influencia en su trabajo?
Para mi primer album sí. Shrimp (en dos tomos) es la historia de un cocinero belga que se embarca en una nave espacial maoista. Pero no guardo un recuerdo muy bueno de China. En ese país el crecimiento económico y tecnológico van demasiado rápido y se deja de lado lo humano.
-¿Cree que el descubrimiento de una nueva cultura abrió su perspectiva del mundo?
¡No descubrí una cultura, sino muchas! Porque no hace falta necesariamente viajar para descubrir otras culturas.
-En ese caso, ¿puede dar un ejemplo?
Por ejemplo descubro Japón a través de sus películas, su gastronomía, sus manga… Y es extremadamente enriquecedor.
-¿Tiene ideas para comenzar un nuevo cómic?
Me encantaría hablar de ecología y biodiversidad. Pero es muy difícil, porque no quiero ser moralista, o demasiado sensiblero o deprimente.
-¿Le gustaría dibujar un cómic completamente diferente a las anteriores?
Ja ja. Sí, como de costumbre. Ninguno de mis cómics se parece. Si no, me aburro. Y el aburrimiento es el peor enemigo de la imaginación.
-¿Cómo supo que el cómic era su campo?
Cuando comprendí que el dibujo era un medio genial de comunicar. Y eso lo sé desde que era muy pequeño.
-¿A qué edad hizo su primer cómic?
Sólo tenía una decena de páginas, y yo tenía 9 años.
-¿De qué cómic está más orgulloso y por qué?
Me gusta La pasión de dodin-bouffant, porque es el primer cómic que hice completamente.
-¿Qué quiere transmitir al lector a través de sus cómics?
Me gusta enseñar cosas, por eso hice cómics didácticos.
-¿Qué razón le motivó a comenzar a dibujar cómics?
Estudié diseño industrial y luego trabajé dos años como diseñador. Pero esa profesión no me convenía en realidad. A los 26 años decidí lanzarme de pleno en el cómic, para no tener que diseñar más objetos, porque era mi primera pasión.
-¿Quién le inspiró para escribir Shrimp, su primer cómic?
No fui yo el que escribió el guión, sino dos amigos. Pero todo surgió de una idea mía. Quería hablar de gastronomía en una nave espacial.
¿Cómo nació su interés por la física cuántica?
Cuando tenía 18 años un amigo me contó lo que sabía de la teoría de las cuerdas durante una noche bajo las estrellas. Me quedé embelesado, pero tenía la impresión de no comprender nada, porque era muy abstracto. Quince años más tarde decidí hacer un cómic sobre el tema para por fin entenderlo.
-¿A qué lectores están destinados sus cómics?
¡Absolutamente a todos!
FRANCÉS
-Avez-vous une source d’ inspiration pour la réalisation des bandes dessinées?
Cela dépend de chacune de mes bd, qui sont très différentes. Pour les ouvrages didactiques (internet, Le mystère du monde quantique, une mémoire de roi) j’essaye de voir dans l’info que je traite une histoire humaine que je peux dégager (par exemple, pour Le mystère du monde quantique, je me suis inspiré de l’expérience du chat de shroedinger pour raconter l’histoire d’un chien qui serait à la foi mort et vivant). Pour mes fictions, je m’inspire de mes lectures et d’illustrateurs du 19e comme Gus Bofa ou Honoré Daumier. Je regarde aussi beaucoup de films d’animation.
-Quels sont vos projets pour l´avenir?
J’essaye d’écrire une histoire sur la nature. Une bd écologique. Ce qui n’est pas évident car je ne veux pas tomber dans la niaiserie ou être moraliste.
-Pourriez- vous décrire un aspect ou thématique qui unissent les bandes dessinées?
Impossible. J’essaye toujours d’être radicalement différent à chaque bd. J’ai trop peur de m’ennuyer. Mais peut être s’en dégage -t-il un certain humour qui m’est propre, que j’aurais du mal à définir.
-Est-ce que vous avez pensé à montrer vos dessins à la télévision?
Non. Sauf si je devais changer de médium pour faire du dessin animé. Mais c’est vraiment pas le même métier.
-Pensez-vous qu’avec la prolifération du numérique, les livres traditionnels des bandes dessinées vont disparaître?
Je ne crois pas et ça se vérifie sur les ventes de livre actuellement. D’ailleurs, je crois que le numérique (internet inclu) prendra fin avant les livres. Internet est beaucoup trop energivore et polluant. Je n’ai pas foi en la technologie du numérique.
-Est-ce que vous avez d´autres passions à part les bandes dessinées?
Bien sûr ! La bd n’est pas vraiment une passion, mais plutôt un moyen de communiquer. J’aime manger, voyager, la science,… tout ça se retrouve d’ailleurs dans mes bd.
-Pourquoi est-ce que “Le mystère du monde quantique” n´a presque pas de couleurs?
Pour des raisons de narration ; j’ai introduit peu à peu la couleur dans le récit pour évoquer la surimpression de réalités différentes, comme les couches de couleurs sur un livre. C’est une sorte de mise en abîme.
-Comment avez-vous appris à dessiner?
Je dessine depuis tout petit. A l’époque je ne parlais pas beaucoup. Le dessin était une façon pour moi de communiquer. Mais pour apprendre ensuite, rien de tel que le modèle vivant. Il faut dessiner d’après nature.
-Quels conseils donneriez-vous aux jeunes qui veulent se consacrer à faire des bandes dessinées?
Selon moi, ne faut pas se focaliser seulement sur la Bande dessinée. Il faut s’intéresser aux autres médiums artistiques, mais également à la culture dans un sens plus large. Il faut élargir ses horizons pour enrichir ses propres histoires en BD.
Aujourd’hui, il ne faut plus avoir une technique parfaite en dessin pour faire de la BD. Il faut savoir avant tout raconter des histoires, le mettres en scène et savoir retranscrire des émotions.
-Qu´est-ce vous aimez le plus de la bande dessinée?
J’aime énormément le travail du mangaka Shigeru Mizuki. En particulier, son autobiographie en trois tomes: “vie de Mizuki”. Un chef-d’oeuvre qui nous permet de comprendre un peu plus l’histoire et la culture japonaise. J’aime également le travail de Guillaume Bouzard (il faut lire “story of me too”, “story of me too two” et “story of me too tree”).
– La passion pour l’art, l’avez-vous héritée de quelqu’un?
J’ai la chance d’avoir des parents qui s’intéressent à l’art, ce qui m’a beaucoup aidé. Mon père était prof d’architecture et ma mère fait de la sculpture en tant qu’hobby. On allaient souvent voir des musées et nous avons beaucoup voyagé.
– Qu’est-ce que cela signifie pour vous de faire des BD? Est-ce que cela vous fait sortir de mauvaises situations? Est-ce une évasion de la réalité, ou est-ce juste un métier?
C’est un plaisir de raconter des histoires et de les dessiner, mais c’est avant tout un métier, qui est loin d’être facile: il faut de l’auto-discipline, il faut avoir continuellement des idées, il nous arrive de douter, d’angoisser,… et il faut beaucoup travailler car nous ne sommes souvent pas très bien payés. Les succès en BD se font de plus en plus rares car nous sommes de plus en plus d’auteurs sur le marché.
– Nous savons que vous avez voyagé en Chine plusieurs fois, à quel point pensez-vous que ces voyages ont eu une influence sur votre travail?
Pour mon premier album, oui. “Shrimp” (en 2 tomes), c’est l’histoire d’un cuisinier belge qui embarque sur un vaisseau spatial maoïste. Une BD complètement barrée.
Mais je ne garde pas un très bon souvenir de la Chine: dans ce pays, la croissance économique et technologique vont beaucoup trop vite et l’humain est mis de côté.
-Pensez-vous que la « découverte » d’une nouvelle culture a ouvert votre perspective du monde?
Ce n’est pas une culture que j’ai découvert, mais plusieurs! Car il ne faut pas nécessairement voyager pour découvrir d’autres cultures.
Si la réponse est affirmative, pouvez-vous donner un exemple?
Par exemple, je découvre le Japon à travers ses films, sa gastronomie, ses manga,…. Et c’est extrêmement enrichissant.
-Avez-vous des idées pour commencer une nouvelle bande dessinée?
J’aimerais parler d’écologie et de biodiversité. Mais c’st très difficile car je ne veux pas être moraliste, trop fleur bleue ou trop déprimant.
-Voudriez-vous dessiner une bande dessinée complètement différente aux précédentes?
haha. Oui, comme d’habitude. Aucune de mes BD ne se ressemble. Sinon, je m’ennuie. Et l’ennui est très dangereux pour l’imagination.
-Comment avez-vous su que la BD était votre domaine?
Quand j’ai compris que le dessin était un super moyen de communiquer. Et ça, je le sais depuis tout petit.
-À quel âge avez vous fait votre première BD?
Elle n’a fait qu’une dizaine de pages, j’avais 9 ans.
-Quelle est la bande dessinée dont vous êtes le plus fier et pourquoi?
J’aime la passion de dodin-bouffant, parce que c’est la première BD que j’ai entièrement réalisée.
– Que voulez-vous transmettre au lecteur à travers les bandes dessinées ?
J’aime enseigner des choses, c’est pour ça que j’ai fait des BD didactiques.
-Quelle est la raison qui vous a motivé pour commencer à dessiner des bandes dessinées et à quel âge?
J’ai fait des études de design industriel et puis j’ai travaillé deux ans en tant que designer. Mais ce métier ne me convenait vraiment pas. à 26 ans, j’ai décidé de me lancer à corps perdu dans la BD, pour ne plus à avoir à dessiner des objets, et parce que c’était ma première passion.
-Qui vous a inspiré à écrire « Shrimp », votre première bande dessinée?
Ce n’est pas moi qui ait écrit le scénario, mais deux amis. Mais c’est parti d’une idée à moi: je voulais parler de gastronomie dans un vaisseau spatial.
-Comment est né votre intérêt pour la physique quantique?
Quand j’avais 18 ans, un ami m’a raconté ce qu’il savait de la théorie des cordes, pendant une nuit à la belle étoile. J’étais subjuggé mais j’avais l’impression de rien comprendre car c’était fort abstrait. 15 ans plus tard, j’ai décider de faire une BD sur le sujet pour enfin comprendre!
-À quels lecteurs sont destinées vos bandes dessinées?
Absolument tous!