(Comité ambiental). El broche de oro para rematar una semana de Medio Ambiente muy intensa ha sido la visita de los alumnos de infantil al completo al Jardín Botánico Celestino Mutis.

El recorrido por el jardín ha supuesto la puesta en marcha de todos los sentidos de los pequeños, que se han volcado en las plantas, arbustos y árboles que iban encontrando a lo largo del camino. El contacto con el agua fresca de un pequeño riachuelo y el sonido de la cascada, unido a los iones negativos tan vigorizantes que se generan a su alrededor han resultado muy relajantes.

Abrazar árboles, recoger hojas, olerlas, tocarlas, beber su jugo (como en el caso del moquillo), atravesar por debajo sequoyas que aspiran a ser los árboles más altos del planeta, pisar el barro y acariciar suavemente el musgo tan abundante del jardín, orientarse desde lo alto de un mirador, sentir las raíces de un árbol, conocer las propiedades curativas y alucinógenas de algunas plantas, observar un colibrí, y una tortuga… son actividades que han conectado a estos pequeños urbanitas con la naturaleza.

Plantas y árboles que han admirado y de los que se han hecho amigos: molinillo, balazo, liquidámbar o estrella, palma boba, bore (de enormes hojas), cacao sabanero, curuba, malvaviscos, bromelias, cactus, pinos, abetos, cipreses…y los helechos que forman parte de las criptógamas que les conectan con la era de los dinosaurios.

El disfrute ha sido intenso en unos niños que aún no han perdido su capacidad de asombro, y esperemos les dure siempre.

Resulta muy gratificante también para los profesores de infantil ver como los alumnos están tan receptivos hacia las maravillas de una naturaleza tan exuberante como la de Colombia.