El alumnado y profesorado que participamos en la gran aventura que significa viajar al Amazonas, recordamos este viaje como una de las experiencias más increíbles y gratificantes que hemos vivido. No solamente porque nos transportamos a otro mundo desconocido por la gran mayoría, sino también porque las personas que habitan la selva compartieron con nosotros su experiencia y su visión diferente de un mundo maravilloso. Gracias a todos los trabajadores de Palmarí y a los indígenas de la amazonía brasileña hemos podido descubrir y comprender las grandezas de su selva.

Grupo de alumnos.
Grupo de alumnos y trabajadores.

 

La experiencia de dormir en la selva, que por las noches toma vida propia, los hongos fosforescentes y las luciérnagas que iluminaban nuestro camino… nunca antes habíamos imaginado que podría existir al go tan mágico y especial, lejos del mundanal ruido de la ciudad de Bogotá. Surcar el río Javarí sobre los kayaks con los delfines rosados saltando frente a nosotros; parecían saludarnos y darnos la bienvenida a su mundo acuático. Los ojos de los caimanes que asomaban sobre las aguas como pequeños focos en la noche oscura.

Alumnado en canoa.
Alumnado en canoa.

El mirador o la plataforma del canopying que nos elevaba a las alturas desde donde podíamos apreciar la gran inmensidad de la selva. En fin, paisajes extraordinarios, gente amable y cientos de especies increíbles que sin duda dejaron huella en nuestros corazones.

Disfrutando de un viaje en lancha.
Disfrutando de un viaje en lancha.

Además, y no menos importante, resaltar que fue una gran oportunidad para que el alumnado se conociera más a fondo, les ayudó a crear nuevos lazos de amistad y compañerismo, bueno no sólo a ellos sino también al profesorado que les acompañábamos en todo momento. Ha sido una experiencia inolvidable de la que hemos aprendido todos.

 

(Greta Verdú.  Profesora del Departamento de Biología y Geología)