(Valentín Velasco y Álvaro Amaya). Hemos tenido una jornada “in situ”. Hemos visitado dos Centros de secundaria con alumnado mayoritariamente musulmán. Con muchos niños y niñas en condiciones económicas y lingüísticas complicadas, donde los profesores y profesoras hacen una labor encomiable. Hemos visto varias aulas de formación profesional: refrigeración, peluquería, estética…Todos muy bien diseñados, pues todos los alumnos salen con trabajo, algunos incluso antes de completar la formación. En uno de ellos hemos comido lo que han preparado unas alumnas del módulo de cocina, menores de edad y sin padres reconocidos, por lo cual, la ciudad Autónoma las tiene en acogida. Nos llevamos muchas buenas ideas que nos han aportado estos colegas. Y hemos visto cómo, para trabajar en condiciones muy duras, la única receta es el deseo de trabajar y de contar con las familias de los alumnos y alumnas.
Por la tarde, hemos visitado un colegio en el barrio musulmán, donde hemos asistido a una clase de la escuela de padres (es decir, de madres) donde la mayoría no conocía el idioma español y han necesitado de un interprete.