Cuando Valeriano Lanchas llegó ayer noche al Centro Cultural Reyes Católicos de Bogotá y el personal de seguridad le preguntó si quería que lo acompañasen al Auditorio, está fue su respuesta: “Gracias, no necesito que me acompañen. Estoy en mi casa“. Pareciese que esta frase fuese la premonición de una velada intensa en emoción en la que, un antiguo alumno, retornaba a su colegio a mostrar, con la mayor humildad, lo que sabe hacer que es cantar, y además, de una manera excepcional. Como dijo Daniel de Campos al comenzar: “Este auditorio no es el Teatro Real de Madrid, ni el Liceo de Barcelona, ni ninguna de la grandes óperas del mundo, donde Valeriano actúo con figuras como Plácido Domindo o Pavarotti. Pero ninguna de ellas tiene algo que si tiene este auditorio que es ser el colegio de Valeriano Lanchas“.

Y así fue la velada, un intercambio de emoción, en la que el público sentía la emoción del ahora maestro, que él recogía para incrementar más áun la suya. Las obras interpretadas, que ya anunciamos previamente en la revista, se fueron sucediendo, en compañía de la soprano Kardyn Rosero y el pianista Alejandro Roca. Entre las fantásticas interpretaciones, algunas interpretadas ayer por primera vez, y los aplausos cerrados y sentidos; las vivencias de aquel joven, que en algún tiempo asistió cada día a las aulas del Reyes Católicos de Bogotá, donde llegó a no pasar la materia de Música por no llevar flauta a clase, pero se apasionó por la poesía en las clases del Profesor Juán José Pacheco, leyendo a Gabriel Celaya.
Su padre y su madre, como en múltiples ocasiones años atrás, volvieron a acompañarlo al colegio. Cuando el Rector, Miguel Ángel Villalobos, y el Director del Centro Cultural, Daniel de Campos le entregaron a Valeriano Lanchas un pergamino, en el que el colegio manifiesta su orgullo por tener un alumno tan brillante, Marta, su madre nos decía: “Que orgullo. Cuantas veces vine a este colegio cuando el profesor de Filosofía Federico Ruíz nos llamaba, con toda la razón, porque regañaban a mi hijo por no atender a las clases y dedicarse a escuchar ópera con sus cascos y leer en la biblioteca a Vargas Llosa o García Márquez, o porque le quitaban los reproductores de música. En cambio hoy le dan un pergamino de reconocimiento“.
Cuando llegó el momento de interpretar “Somewhere de west side story“, de Leonard Berstein nos volvió a sorprender. Hace varios años, mientras Valeriano posaba para la foto de promoción del Reyes Católicos y como se puede ver en el anuario respectivo, escuchaba música con unos enormes audífonos naranja. Escuchaba a Leonard Brestein y esta canción. En la velada, no fueron sus cascos, sino su extraordinaria voz la que hicieron poner a todo el público en pie, con Somewhere de west side story.

Emoción para Valeriano Lanchas por el reconocimiento de su colegio, a través de un sencillo pergamino y de unos aplausos fuertes por sinceros. Emoción para el CCEE Reyes Católicos al escuchar: “Aquí aprendí a crecer, a tratar los problemas de la vida. Nunca pararé de agradecerlo“